La primera impresión puede ser determinante en los procesos de selección de personal, la entrevista es uno de los momentos más estresantes y es posible que si no la preparas bien fracases. Muchos candidatos confían demasiado en su capacidad oratoria y afrontan la entrevista de forma muy relajada, puede ser positivo pero el exceso de confianza seguro que te traicionará porque los entrevistadores son profesionales muy bien preparados y con mucha experiencia en la mayoría de los casos, sus técnicas de contratación pueden implicar la búsqueda de los puntos débiles de tu perfil profesional.
Consejos para una buena entrevista de trabajo
Llega con el tiempo suficiente, si lo haces demasiado pronto es mejor que esperes cerca del lugar de la entrevista para no dar la impresión de cierto nerviosismo. Si no puedes llegar a tiempo a la entrevista, el empresario te preguntará si vas a llegar a tiempo al trabajo. Presentarse con antelación demuestra entusiasmo y organización, cualidades que un posible empleador apreciará.
Muéstrate interesado en lo que se pregunta y se dice y no tengas miedo de hacer preguntas, las preguntas reflexivas demuestran al empresario que está realmente interesado en su trabajo. Ten una actitud apropiada para la cita, cuida tu lenguaje corporal y no des la impresión de dejadez o desinterés, una actitud demasiado relajada puede dar una impresión errónea. Mira a la cara al entrevistador, mantén una posición erguida sin llegar a la rigidez.
Antes de la entrevista, tómate un tiempo para leer sobre la empresa a la que te presentas o, si lo haces a través de una empresa de contratación, infórmate sobre ella. Visita el sitio web de la empresa y busca testimonios de personas que hayan trabajado con y para la empresa, esto puede ser muy valioso si quieres conocer bien la empresa.
Duerme bien la noche anterior, dúchate y asegúrate de que tu higiene personal es impecable, espera que el empleador asuma que la forma en que te presentas es la forma en que los representas.
Cuando llegues a la entrevista asegúrate de tener toda la información pertinente que necesitas, elementos como los documentos de identidad, los permisos de conducir y cualquier certificado o título que consideres que puede mejorar las posibilidades son una parte esencial de la oportunidad de trabajo.
Todo el mundo está nervioso en una entrevista, pero es importante parecer seguro de sí mismo, un firme apretón de manos y una actitud confiada marcarán el tono de la entrevista. Habla con confianza, no hagas las cosas a medias y responde a las preguntas lo mejor que puedas.
Los empresarios son personas ocupadas y los buenos modales siempre son útiles. Incluso si no tienes éxito, los buenos modales serán recordados.
Si fallas no tengas miedo de preguntar al entrevistador por qué has fallado, si sabes por qué no has conseguido el trabajo, tendrás la oportunidad de hacerlo mejor la próxima vez.
A veces se pierde porque hay otro candidato con más experiencia o con habilidades diferentes, otras veces tu personalidad puede encajar mejor en el equipo del empleador. Sea cual sea el motivo, mantén una actitud positiva, aprende todo lo que puedas de cada oportunidad y aprende a sacar algo de cada entrevista.
Nadie es contratado en el primer proceso de selección de su vida laboral, es habitual cometer errores en las primeras entrevistas, seguro que con el tiempo irás puliendo todos los detalles y mejorando los aspectos más determinantes. Practica las entrevistas a solas, delante de un espejo, con la ayuda de un familiar o amigo, repetir y memorizar las posibles preguntas te dará confianza, puedes escribir las preguntas o grabarlas en audio y responderlas en voz alta, sería una buena idea grabar también tus respuestas.
Todos estos consejos son solo algunos de los más importantes para que puedas afrontar los procesos de contratación con seguridad y dar la imagen del más experto.
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